Varias veces ya desde hace años he visto publicado en la
prensa boliviana el artículo de Hans Magnus Enzensberger (1929 - agudo ensayista y poeta alemán- titulado “Soliloquio
de un perplejo”, pero no me canso de leerlo y releerlo. Hoy, día del Censo en Bolivia, me parece una
excelente oportunidad para rescatar y reflexionar en torno a sus principales
planteamientos, y su significado en relación al censo, sus categorías y formas
de crear objetividad desde la subjetividad. Volvemos al tema de la identidad
como dinámica y relacional, y a lo relativo en últimas de esas respuestas que
cuando aparecen como números y porcentajes incluso con varios decimales nos
parecen una verdad incuestionable que nos deja sin palabras.
Y una pregunta central: ¿Somos más diferentes que parecidos….o
de qué dependerá? - L@s dejo con Enzensberger:“Nosotros somos nosotros, y los otros son los otros. ¡Que quede muy claro! ….A veces me pregunto si en realidad nosotros somos nosotros. Puesto que nosotros, como es natural, somos al mismo tiempo los otros de los otros. A veces yo mismo no sé si soy uno de los nuestros o uno de los otros. Eso es lo malo. Mientras más cavilo más difícil me resulta distinguir entre nosotros y los otros. Si se los mira con atención, cada uno de los nuestros es condenadamente parecido a uno de los otros y viceversa. A veces yo mismo no sé si soy uno de los nuestros o soy otro. Lo preferible sería ser yo mismo, pero naturalmente eso es imposible”.
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