Bienvenid@s a este espacio para trastocar y trast(R)ocar!!!
Trastocar equivale a trastornar, revolver, alterar el orden, confundir, subvertir. Trastrocar significa cambiar el ser o estado de una cosa, dándole uno diferente del que tenía. Ambos se asocian a transgresión y conspiración….Se trata de difundir, proponer, dialogar, expresar, incidir, cuestionar... más allá de lo obvio y de lo convencional. Este es un espacio para intercambiar, crear y re-crear imágenes para un mundo mejor. Quedan tod@s invitad@s!!!

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿INCLUSIÓN = TRANSFORMACIÓN?


 


Días ya que el concepto de “inclusión” resuena en mis oídos y me produce cierta incomodidad; la semana pasada una mujer colombiana afrodescendiente decía elocuentemente ante un auditorio internacional “no queremos que nos incluyan…”.  Lo anterior me motiva a reflexionar y escribir unas líneas sobre uno de los conceptos posiblemente más “populares” y “políticamente correctos” de nuestros tiempos.

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, “incluir” significa “Poner algo dentro de otra cosa o dentro de sus límites”.  Conforme a esta definición, en primer lugar “alguien” pone “algo”, es decir, existe un sujet@ con poder para poner a ese algo = alguien “dentro” de otra cosa, o de sus “límites”.  En otras palabras, alguien (individual o colectivo) tiene el poder para decidir incluir  (o no) a otr@ (individual o colectivo), y lo hará dentro de lo “normando” – los limites- y “normalizando” su existencia en función a su orden, su verdad y manera de ver las cosas.

La “inclusión” entonces resulta siendo un acto que lejos de cuestionar el orden hegemónico y los poderes jerárquicos, muchas veces los reafirma y los legitima con un toque de benevolencia. Quien incluye decide a quién, cuándo y cómo incluir, sin que ello amenace su poder.  A través de la inclusión se reproducen así relaciones desiguales, de subordinación y endeudamiento, ya que el/la elegid@ no puede sino estar en deuda de por vida con quién tuvo el gesto benevolente de incluirl@ y otorgarle legitimidad, en un orden además considerado superior.  En ese contexto la “subordinación voluntaria” resulta en una manera de demostrar al/la otr@ agradecimiento y “ponerse a su servicio” incondicionalmente para devolver el favor…

Es más, el/la incluid@ será puesto a prueba permanentemente, pues además debe demostrar que merecía ser incluid@, pues quien incluye también tiene el poder de excluir…

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