Entre el 7 y
el 10 de enero se llevó a cabo en Santiago de Chile el III Congreso de Ciencias, Tecnologías y Culturas, diálogo entre las
disciplinas del conocimiento; Mirando al futuro de América Latina y El Caribe. Este evento congregó a más de 2000 personas de
la región latinoamericana y otros continentes.
Como una buena manera de iniciar el año con grandes desafíos, el
Congreso se centró en analizar en qué medida se están produciendo transformaciones
profundas en el orden de las cosas, así como identificar si el conocimiento y
la innovación están contribuyendo a crear sociedades más justas y equitativas.
En ese
contexto y dando
seguimiento a un trabajo de investigación, sistematización y análisis que
iniciamos hace un año y medio con Fabiola Amariles Erazo, Directora de Learning
for Impact (www.learning4impact.com) participamos en el Simposio sobre
Investigación Evaluativa con una ponencia conjunta titulada: “Las evaluaciones con enfoque en género y
derechos humanos: ¿Realmente estamos contribuyendo al cambio social?”. Nos parecía muy propicio abordar el tema
de género, más allá de lo obvio y buscando contribuir con miradas, enfoques y
herramientas para una comprensión cabal, desde la investigación evaluativa, de
los avances y limitaciones de las mujeres en materia de nuestros derechos y
reivindicaciones en el marco del cambio social.
Aunque cabe resaltar que lo obvio tampoco es necesariamente tan obvio,
ya que nuestra ponencia fue la única que abordó la dimensión de género dentro
del simposio...
Partimos del planteamiento que la búsqueda de
la igualdad de género comenzó como un proyecto político, preocupado por
transformar las relaciones de poder entre hombres y mujeres y la redistribución
de recursos y oportunidades a favor de las mujeres en situaciones de
desigualdad y vulneración de derechos. En ese marco, propusimos a la audiencia las
siguientes preguntas clave:
· ¿Se está dando un cambio social?
¿Éste incluye la transformación de las relaciones de género?
· ¿La investigación evaluativa de
políticas y programas de desarrollo está contribuyendo al cambio social? ¿Cómo?
· ¿Las herramientas y enfoques de
evaluación nos están ayudando a entender el cambio?
· ¿Qué factores políticos permean los aspectos
técnicos de la evaluación y los resultados de la intervención? ¿Qué rol juegan
los distintos actores?
Con base en estas reflexiones planteamos las
oportunidades que presenta la evaluación como un proceso participativo de empoderamiento y creación de conocimiento para la incidencia política, abordando
elementos de ética y política, así como las dinámicas interculturales y de
poder en los procesos evaluativos. Nos centramos en el doble desafío de mirar
lo técnico desde lo político, así como mirar lo político desde lo técnico,
resaltando que como evaluadoras feministas somos activistas políticas y agentes
de cambio que buscamos aportar a la transformación de la sociedad a una más
justa y equitativa.